La investigación donde los juegos cooperativos se ponen en acción para reducir los
niveles de agresión en la escuela arrojó resultados referentes a los juegos cooperativos
y su posible ejecución en los primeros niveles escolares, además de la influencia de las
actitudes de los maestro, de la escasez de implementos y espacios, de la organización
grupal, de la competencia y de la norma en el incremento de las conductas agresivas
en los estudiantes escolares. Éstos resultados llevan a concluir que:
Debido a las problemáticas constantes en las familias y la sociedad, es inevitable
para los maestros de Educación Física verse enfrentado a continuas situaciones
agresivas de estudiantes. Esta es una realidad que obliga a las instituciones y a los
maestros a preocuparse y por ende a informarse acerca de cómo asumir una
posición adecuada frente a la problemática, para ofrecer a los pequeños, actitudes
diferentes de las que externamente le brindan y así hacer de las instituciones
educativas centros de “refugio y de esperanza de vida” para los niños convertir las escuelas en lugares que sean ocupados con entusiasmo, amor e interés, que a su vez conlleven a procesos de enseñanzaaprendizaje que colmen de alegría y complacencia a toda la comunidad Educativa.
Los juegos cooperativos son un medio efectivo para reducir los niveles de agresión
de los estudiantes de las escuelas, si se respeta cada uno de sus componentes
(cooperación, participación, aceptación y no competencia). La consecución de éste
logro se convierte en un proceso de enseñanza aprendizaje que requiere de mucho
tiempo y constancia. Para ésta población, el proceso debe partir con la aplicación de
juegos cooperativos que generen mucho movimiento, continuando con un proceso
de mejoramiento de la autocononcimiento y autocontrol; posteriormente involucrar a
los niños en un proceso de inclusión, de interacción y participación, donde todos
puedan disfrutar plenamente de las actividades.
Precisa la necesidad de solucionar asuntos de dotación de implementos, de
adecuación de espacios, de la organización grupal y de la construcción de normas,
como medidas que ayuden a la ejecución de los juegos cooperativos como medios
para reducir los niveles de agresión.
“El castigo de una conducta agresiva no se reduce con otras conductas del mismo
tipo, por el contrario, ésta tiende a aumentar” 111. Los maestros continúan adoptando
actitudes agresivas para tratar los comportamientos agresivos de los estudiantes, lo
cual impide mejorar el ambiente escolar, desde éste aspecto.
Mientras los maestros continúen dependiendo fuertemente del poder y la autoridad,
del premio y del castigo, para controlar los comportamientos dentro de su clase,
los niños no serán ni responsables, ni independientes ni maduros, mucho menos
con actitud cooperativa.
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